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Una experiencia de Misión en Comunión

Al hablar de Misión en Comunión (Misión Compartida) nos situamos en la perspectiva más genuina de la misión. Con estas palabras queremos expresar, ante todo, nuestra conciencia de participación en la única misión; la de Jesús, que ha sido confiada a la Iglesia:  ser signos del amor del Padre e instrumentos para que el don de la vida llegue a su plenitud en las personas y los pueblos. Es más, desde un horizonte más amplio, queremos expresar nuestra conciencia de participación en la misión que el Padre confió a la humanidad desde el inicio de la historia: cuidar la creación y construir una historia fraterna y solidaria.

En PROMICLA nos sumamos a esta misión aportando un don específico que Dios nos ha dado a través de Claret y que compartimos, a su vez, varias instituciones que nos inspiramos en su experiencia espiritual y apostólica.  Dentro del ámbito de la Familia Claretiana queremos vivir también esta realidad de la Misión en Comunión.  Echando una mirada a nuestro proceso vemos que no tan solo hemos tratado de llegar a un nuevo estilo de trabajo, sino a un verdadero cambio de mentalidad:  crecer en la fraternidad claretiana, en espíritu de familia, como hermanos, cada uno con sus diferencias y valores.  (cfr. “Misión Compartida”, documento del VI Encuentro de la Familia Claretiana, Bangalore, India, junio 2005)